Peritajes & Peritos

Podría parecer que los peritos calígrafos estamos reduciendo el volumen de nuestros informes sobre documentos manuscritos en estos tiempos de digitalización. Sin embargo, lo cierto es que la firma autógrafa y los análisis para determinar si es verdadera siguen ocupando gran parte de nuestras pesquisas. Nuestra constatación diaria es que esta sigue siendo la forma más habitual de ratificar nuestra adhesión a un documento o contrato. De ahí, la importancia de revisar todo lo que se refiere a este asunto.

Ideas generales sobre la firma autógrafa

La definición de firma autógrafa es, en principio sencilla. Se trata de los trazos concretos escritos de puño y letra en directo por una persona cuando manifestar su adhesión al contenido de un documento. Su característica más esencial es que la grafía tiene que ser siempre la misma. Y, de hecho, en España, debe coincidir con la que figura en nuestro DNI y está registrada en el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC).

En el ámbito de la jurisprudencia, la firma autógrafa se considera como la fórmula legal con la que damos nuestra conformidad al contenido de un instrumento jurídico privado. Pero, realmente no está regulada directamente como tal en nuestra legislación. Sin embargo, de manera indirecta sí se reconoce esta función de la firma autógrafa cuando se exige como requisito de validez en muchas actuaciones. Un ejemplo claro puedes encontrarlo en la Ley de Títulos de Valores.

No podemos dejar de reseñar que, dentro de las distintas firmas electrónicas, existe una que podría considerarse como la trasposición de la firma autógrafa al medio digital. Es la conocida como firma electrónica simple, esa que estampamos a mano sobre una pantalla en lugar de hacerlo en papel.

El proceso de comprobación de su veracidad

Conviene empezar señalando que, al menos en el caso español, es imprescindible que la veracidad de una firma autógrafa se constate si hay cualquier conflicto o choque de intereses. Esto es así porque esta firma es absolutamente libre y “creativa”. No ocurre como en otros países, que debe figurar el nombre y apellidos de su autor. Por tanto, aquí la única forma de ratificar la veracidad de una firma autógrafa es con un análisis caligráfico. Básicamente, existen tres tipos de procedimientos:

  • análisis grafonómico: el que se centra en estudiar elementos objetivables de la firma autógrafa como la distancia entre grafías, el tamaño de los óvalos o la forma de los ángulos.
  • análisis grafoscópico: es el resultado de trasladar al ámbito de la Grafología los avances tecnológicos. De esta forma, con microscopios o lupas electrónicos se puede hacer un estudio muy minucioso de la firma autógrafa.
  • análisis grafométrico: que determina las analogías geométricas que presenta una escritura manuscrita, como las alturas de los grammas, entre otras singularidades.

En Peritos Calígrafo Judicial siempre estamos adoptando medidas para dar respuestas a los retos tecnológicos y los cambios propios de los avances de la sociedad. Pero, manteniendo el mismo rigor e interés por las fórmulas clásicas. La firma autógrafa es uno de nuestros clásicos.

Fuente: Peritos Calígrafos Judiciales

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