Tal como establece el contenido del RIPCI, la empresa instaladora debe emitir un certificado final de instalación para cualquier instalación de protección contra incendios.
Cabe destacar que la empresa instaladora habilitada no podrá facilitar, ceder o enajenar certificados de instalación no realizados por ella misma. Una vez concluida la instalación, la empresa instaladora debe facilitar al titular o usuario de la misma, así como a la dirección facultativa (si procede), la documentación técnica e instrucciones de mantenimiento correspondientes a la instalación.
En el caso de que una instalación conste de varias partes y cada una se haya realizado por una empresa instaladora distinta, deberá existir un certificado elaborado por cada una de ellas. De tal manera, cada empresa se hará responsable de los sistemas que ha instalado ella.
En el artículo 20 del RIPCI «Puesta en servicio« se expone que para la puesta en servicio de las instalaciones de protección activa contra incendios se requiere la presentación, ante el órgano competente, de un certificado de la empresa instaladora, emitido por un técnico titulado competente en el que se hace constar que la instalación se ajusta a lo establecido en dicho reglamento y de acuerdo al proyecto y/o documentación técnica.
El contenido del certificado de instalación de un determinado sistema es primordial para conocer el diseño y elementos instalados. Un ejemplo habitual es una instalación de rociadores en establecimientos industriales. Este sistema se debe proyectar en base a una normativa vigente (UNE 12845. NFPA-13) y bajo un diseño que tiene en cuenta el tipo de riesgo del sistema (RL, RO, RE, CMSA, ESFR), la categoría de almacenaje (Categorías Ia IV) y la tipología de producto almacenado, entre otros aspectos.
Con el paso del tiempo, el titular de un establecimiento puede decidir operar con otro tipo de producto distinto al considerado inicialmente en el diseño del sistema (por ejemplo, plástico expandido). En este caso, el almacenaje del nuevo producto conlleva que el sistema diseñado no sea válido. Por tanto, se debería realizar un estudio del sistema de rociadores para definir cómo adaptarlo a la nueva realidad. En este punto, resulta imprescindible que el certificado emitido por la empresa instaladora contenga suficientes detalles para no generar dudas.
En Tandem HSE, contamos con más de 15 años de experiencia en la elaboración de proyectos de seguridad contra incendios.
Víctor López