Peritajes & Peritos

La tasación de libros antiguos, como la tasación de bienes en general, podemos representarla como una pirámide con cinco niveles cuya cima la constituye la tasación o cifra a la que llegaremos con nuestros cálculos. Vamos a subirla:

1. Nada más peligroso que equivocarse al identificar un libro cuando estamos tasándolo. Las consecuencias siempre son muy serias, independientemente de la finalidad.

Pueden llegar a ser, incluso, consecuencias judiciales.

Si la identificación falla, puesto que es la base de todo, la pirámide se derrumba sin más.

Hay que hilar muy fino y tomar todas las precauciones posibles pero a sabiendas de que somos humanos y de que meteremos la pata alguna vez (mejor que no se entere nadie).

2. La pirámide tasadora sube, pero torcida o falta de cimientos, si en el segundo nivel no acertamos a detectar los defectos y faltas de nuestro ejemplar junto con los méritos adicionales que pueda tener.

3. Y ya estamos en el tercer nivel, a mitad de la escalada.

Hemos identificado correctamente el libro y también hemos visto sus méritos y deméritos más importantes.

Como siguiente paso estimaremos su valor cultural.

Luego investigaremos el mercado.

...Y empezamos a hacer cábalas y más cábalas sobre cifras contradictorias.

¿Cuál será el valor de mercado real?

¿En qué medida se ve disminuido dicho valor por aquel roce en la encuadernación, o aumentado por el superlibris del Duque de A...?

Resumiendo : no está tan claro, ni mucho menos.

4. Pero has llegado al cuarto piso, estás cerca del momento crítico en el que tendrás que mojarte y decir cuánto "vale" el libro.

Cuanto más lo piensas, más te pesa la responsabilidad.

Investigas e investigas, compruebas y compruebas pero vas aplazando, si puedes, el momento de las conclusiones.

Pero quizá le hayas dedicado demasiadas horas de trabajo y de preocupación a un libro que nunca podría tener un valor de mercado superior a 600 €, por ejemplo.

O a la inversa:

No hiciste tus deberes y quieres resolver sin esfuerzo de investigación, de tiempo y de ingenio una tasación que podría, quizá, resultar millonaria.

Pues el vértigo es tan dañino como la despreocupación.

Tienes que proporcionar tu esfuerzo intelectual, tu trabajo ¡y tu preocupación! a los potenciales resultados que previsiblemente pueda arrojar la tasación que estés realizando.

Es absurdo dedicar horas de esfuerzo a tasar un libro que no vale apenas nada, y eso se sabe a primera vista.

Pero sería imprudente y necio no poner toda la carne en el asador si cabe en lo posible que el ejemplar alcance un alto valor de mercado.

5. Y así llegamos al quinto piso, que está en la cumbre de la pirámide.

Pero este punto al que tanto esfuerzo te ha costado llegar en realidad es el verdadero comienzo.

Aquí el aire se “enrarece”, y no empleo la palabra "enrarece" por casualidad.

El mundo está lleno de libros rarísimos que no valen nada, o apenas nada.

La rareza es una condición muy importante, pero por sí sola no implica valor económico de ninguna clase.

La rareza hay que relacionarla  con la demanda que exista en el mercado sobre una determinada obra, autor, edición, temática…

Los libros verdaderamente valiosos suelen ser extremadamente raros.

Y aquí confluyen las líneas ascendentes de la pirámide que es una tasación de libros:

en la rareza, que nos puede llevar a la estratosfera del valoreconómico (y generalmente también del valor bibliográfico, histórico, artístico, literario...)

Para volar por el aire sutil de la rareza los tasadores de libros antiguos necesitamos buenas alas :

- Con mis cursos aprenderás a tasar correctamente desde los puntos de vista conceptual, metodológico, normativo y formal.

Y además necesitas otras cosas. Una parte también la tienes en mis cursos. Lo demás es cosa tuya:

- Amor por los libros; conocimientos enciclopédicos; ingenio; intuición...
- Mucho estudio, familiaridad y conocimiento de los libros y del mercado.
- Experiencia de la innumerable casuística que se presenta en la tasación de libros.

 

CONCLUSIONES

Si vamos hacemos una tasación de libros para nosotros mismos no pasa nada si nos equivocamos.

¿O sí que pasa? : 

Le dejaremos a nuestros hijos una herencia ficticia si tasamos disparatadamente alto, por ejemplo. Esto sucede, lo he vivido.

O quizá menospreciemos nosotros mismos nuestro patrimonio, y esto es muy frecuente. Mucho más de lo que parece.

¿Sigues pensando que da lo mismo? 

Pero eso no es todo, ¡ay!
Si la tasación la tienes que hacer para terceros prepárate...

Imagina que tu tasación se utiliza en un procedimiento judicial.

Tu informe lo verán los contrarios, lo mirarán con lupa y lo cuestionarán todo, incluso a ti mismo y a tu cualificación profesional.

Encontrarán todas las incoherencias y te obligarán a explicar el razonamiento que desemboca en la cifra que has escrito en el informe.

Si no puedes razonar tu tasación perderás el juicio.
Piénsalo.

Felipe Martínez

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