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¿Qué son las aleaciones metálicas?

Las aleaciones metálicas son una combinación de metales o bien una combinación de metales con otros elementos químicos no metálicos que no admite su separación de forma física. Algunas de las aleaciones más típicas son el bronce (aleación de cobre con estaño) y el latón (aleación de cobre y zinc). Otro ejemplo muy común de aleación es el acero inoxidable, una mezcla de acero, níquel, cromo y cobalto.

Muchos objetos que encontramos en nuestra vida cotidiana son aleaciones o contienen partes constituidas por aleaciones. La bisutería, la joyería, los cubiertos y las sartenes son algunos de ellos y durante nuestro día a día estamos en contacto sin ser siempre conscientes de ello.

El motivo por el que se fabrican artículos usando aleaciones es diverso, pero se puede decir que el principal es el de mejorar las propiedades del metal en su forma pura. Por ejemplo, la tenacidad o la resistencia a la corrosión o a altas temperaturas.

¿Las aleaciones metálicas que están directa o indirectamente en contacto con nuestro cuerpo son seguras?

La literatura científica constata que el níquel tiene un efecto sensibilizador de la piel, no obstante, el acero inoxidable puede contener níquel y el posible efecto adverso que puede tener en nuestra piel es mucho menor que el del Níquel puro.

Eso se debe a que los metales solamente pueden tener efectos tóxicos en caso de que sean capaces de ingresar en nuestro organismo en forma de iones metálicos e interferir en nuestras funciones vitales. La comunidad científica se refiere a esta capacidad de lograr una interacción negativa como la “biodisponibilidad” del metal.

Los metales que componen una aleación constituyen una matriz en la que éstos están unidos de forma más sólida que en los metales puros, logrando una reducción significativa de su capacidad de liberación de iones, limitando así su biodisponibilidad, y por lo tanto, su posibilidad de efectos tóxicos.

Violaine Verougstraete, directora de gestión de sustancias químicas de Eurométaux, explica en la guest corner de la ECHA una forma novedosa de calcular la biodisponibilidad de los metales que componen una aleación que, a diferencia de las técnicas clásicas, no implica ensayos con animales, que la sociedad está tratando de reducir al mínimo:

“Se trata de un ensayo in vitro que consiste en sumergir la aleación en un líquido que recrea las condiciones que se dan en un estómago o unos pulmones humanos. A continuación, se realiza una detección de cuantos iones metálicos son liberados al medio fluido y se compara con la cantidad de iones que libera el metal puro bajo las mismas condiciones.”

El hecho de que las aleaciones contengan en ocasiones metales clasificados como peligrosos podría ser inicialmente motivo de alarma, no obstante, la ciencia nos confirma que la estructura de la aleación anula o minimiza drásticamente el riesgo. La industria europea trabaja de la mano con organismos reguladores que toman las medidas necesarias para garantizar unos altos estándares de calidad en las aleaciones.

A modo de conclusión, una aleación que haya pasado positivamente los ensayos pertinentes, podrá ser empleada con seguridad en la fabricación de artículos de uso cotidiano, como por ejemplo un reloj de pulsera o un elemento de bisutería.

Si tiene cualquier duda en relación a las aleaciones metálicas, puede contactar con nuestro departamento de seguridad de producto.

Berta Roset

Fuente: Tandem

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