Desde el mes de marzo de 2013, en Europa está prohibida la experimentación en animales para fines cosméticos (Lo que se conoce como Cosméticos Cruelty Free).
Pero no ocurre lo mismo fuera de la UE, en países como China no existe esta restricción. De hecho, la Legislación China exige que todo producto cosmético que se ponga en el mercado debe ser, antes que nada, probado en animales.
El llamado “cruelty free” es un movimiento que protege los derechos de los animales para que no sean maltratados o asesinados para el beneficio del hombre. La mayoría de productos que vemos actualmente en el mercado han sido testados previamente en animales para poder asegurar su no nocividad para la salud humana.
La posibilidad de venta de un producto no se debería de priorizar sobre la crueldad y el sufrimiento de un ser vivo. Sobre todo cuando existen métodos alternativos como el in vitro que pueden sustituirlos.
Aun así y por alivio de muchos animales, existe la certificación de productos libres de crueldad (Cruelty Free Products), de acuerdo con los criterios de la Humane Household Products Standards.
Algunas marcas cosméticas con esta certificación son las siguientes, aunque podrían citarse muchas más:
Por otro lado, desde el acuerdo promovido en 2016, en España hay más de 100 laboratorios que han firmado el acuerdo de transparencia en el uso de animales en experimentación. Siendo uno de los pioneros de este movimiento que afecta no solamente al sector cosmético sino que también a toda la industria química.
La piel más parecida a la humana es la piel de cerdo, pero aun así no es idéntica, y aunque se ha experimentado con conejos para ensayar la irritación/corrosión ocular, nosotros no tenemos 3 párpados…
Desgraciadamente, cualquier producto puede llevar el sello “cruelty-free” sin serlo de veras. De este modo, algunas empresas confunden a los consumidores haciéndoles creer que están comprando un producto sensibilizado con la no crueldad animal.
Si se está interesado en consumir estos productos, se tiene que tener en cuenta que la compañía, línea o producto debe cumplir al menos con los siguientes requisitos:
Si existe alguna duda sobre ello, siempre se puede contactar a la empresa o fijarse si en su web constan los logos siguientes:
https://www.lavidauve.com/2015/12/guia-basica-del-cruelty-free.html
Pero que no esté probado en animales no significa que el producto no haya sido testado en su totalidad. Recordemos que Según el Reglamento 1223/2009, relativo a los productos cosméticos un producto cosmético no puede ponerse en el mercado sin haber garantizado antes que es seguro.
Para ello, durante la elaboración del expediente PIF o EIP y con ello, de la evaluación de seguridad del producto cosmético, se recurrirá a métodos alternativos “in vitro” o “in vivo” validados por la Comisión, siempre que sea posible.
Consiste en la cultivación en el laboratorio de células humanas y animales. Incluso se ha logrado el crecimiento de células en estructuras 3D como órganos humanos en miniatura.
Las células humanas se han utilizado para crear pequeños dispositivos llamados “órganos en chips”. Éstos se pueden usar en lugar de animales para estudiar procesos biológicos y de enfermedades, como el metabolismo de los medicamentos. Por ejemplo, ya se han producido dispositivos que imitan con precisión órganos como el pulmón, corazón, riñón…Pensado también para la reconstitución de la piel de personas con quemaduras graves.
Los tejidos sanos y enfermos donados por voluntarios humanos pueden proporcionar una forma más relevante de estudiar la biología y las enfermedades humanas.
Gracias al avance del sector informático, muchos ordenadores tienen la capacidad de poder modelar o hacer réplicas del cuerpo humano.
Las alternativas son mucho mejores ya que la gran cantidad de ensayos en animales sólo predicen las reacciones humanas en un 60-70%.
En cambio, la combinación de métodos alternativos de química y basados en las células (EST) predice con precisión las reacciones humanas el 80-90% del tiempo.
Este método, aunque es muy recurrido por su precio y su efectividad todavía no termina de convencer. La polémica está en el hecho de que el test se realiza con huevos de gallina, más concretamente con embriones de pollo, sobre la capa coriolantoidea. Esa capa blanca y fina que se estira cuando pelamos la cáscara de un huevo duro.
Aunque parezca mentira, esta capa está ricamente vascularizada, contiene numerosas venas, arterias y capilares que permiten ver el nivel de irritación a través del proceso inflamatorio en un tiempo determinado. Ya sean hemorragias, lisis vascular o coagulación en un tiempo de observación de 5 minutos.