Peritajes & Peritos

En este artículo nos enfocamos en los diferentes motivos que llevan a particulares, empresas o instituciones a tasar sus obras de arte o antigüedades. Ante todo, es importante explicar a los lectores que para poder tasar una pieza correctamente, previamente es necesario haber realizado una catalogación, puesto q!ue sin la información que nos proporciona, ésta es imposible.

En primer lugar, uno de los motivos puede ser personal. Es decir, el propietario o propietarios de la pieza quieren saber qué tienen entre sus manos a través de inventarios de sus bienes muebles. Pero éste no suele ser el caso más común ya que normalmente existe algún factor externo que implica esa tasación.

Otra razón bastante común para valorar una colección de arte y antigüedades es su segregación o fusión. Las principales segregaciones se producen por causa de divorcio o herencia, en los cuáles es necesario hacer una repartición equitativa entre las diferentes partes mediantes lotes. En el caso de las fusiones se trata de empresas o bancos que se unen aportando cada parte su colección. Normalmente en este último caso suelen ya estar inventariadas y aseguradas.

En tiempos difíciles de crisis económica, como venimos sufriendo desde el 2008, hay coleccionistas que optan por echar mano de un alguna de sus piezas como solución mediante garantías o préstamos bancarios o con empresas especializadas para obtener liquidez. En estos casos, los avales se realizan con operaciones de obras de artistas de reconocimiento internacional con elevadas cotizaciones en el mercado.

Cuando surge la necesidad de exportar una pieza, es otro motivo para realizar una tasación. Estos casos suelen darse por cambio de residencia a otra ciudad de un país extranjero. Si la pieza o piezas tienen más de 100 años, es necesario recurrir a un permiso de exportación en el cual se exige declarar el valor de las mismas para pagar un porcentaje de tasas-impuestos. En estos casos, existe el derecho de compra por parte del Ministerio de Cultura para que la obra no salga del país.

Para las transmisiones también es necesario saber el valor de las piezas de arte o antigüedades. La propia venta ya es una transmisión en la cual el propietario debe saber qué cantidad económica es la más adecuada para recibir por parte del comprador. Otro caso sería para su donación a una Comunidad Autónoma o una Fundación, ya que con el valor dado existe una deducción a la hora de pagar impuestos. Lo mismo ocurre c!on las daciones a través de las cuales se puede realizar el pago de impuestos.

Para finalizar, para asegurar una obra de arte es imprescindible saber el valor de la misma. Este puede ser un seguro de estancia en el que existe una contratación de un particular a una compañía para asegurar una obra que tiene en su domicilio - por ejemplo para así poder recibir una indemnización en caso de siniestro o daño-. Otro caso surge cuando la pieza debe ser transportada para su restauración, exposición temporal o venta en depósito

Es importante destacar que estas tasaciones deben ser realizadas por especialistas con la formación reglada y amplia experiencia en su campo, ya que de no ser así sus informes no tienen ningún tipo de validez.