Peritajes & Peritos

A menudo mis clientes me consultan sobre la privacidad en Internet. De acuerdo a mi criterio, actualmente la privacidad en Internet no existe. Si quieres que algo no se vea o deje rastro en internet, no lo publiques. Una vez publicado estará disponible y accesible para cualquiera. Aunque el nuevo Reglamento General de Protección de Datos aprobado en la UE el 14 de Abril de 2016, se reconoce el “derecho al olvido”, técnicamente hablando se refiere a la eliminación de enlaces en buscadores. Por otro lado la eliminación de contenidos no es fácil de llevar a cabo. Silvia Barrera (inspectora de la UIT de la Policía Nacional), en un post reciente hablaba sobre la forma de desaparecer de la red, pero lo cierto es, como bien indica en su artículo, técnicamente es difícil y no siempre es posible.

No obstante a menudo nos preguntan sobre el anonimato y la privacidad y aunque pueda parecer lo mismo no lo es, además de que dentro de ambos conceptos puede haber distintas interpretaciones. De acuerdo a la RAE, la privacidad es “Ámbito de la vida privada que se tiene derecho a proteger de cualquier intromisión.” Por otro lado anonimato es “Carácter o condición de anónimo.” Mientras que para anónimo, la definición aplicable sería “Situación de quien oculta su nombre”

De esta forma cuando hablamos de anonimato en Internet podríamos interpretar como aquellas acciones destinadas a garantizar que el acceso a la Red se realiza de forma que no se conoce quien realiza la conexión, mientras que privacidad se refiere a aquellas acciones destinadas a garantizar que nuestra información privada está protegida en nuestros accesos y/o publicaciones en Internet.

Privacidad

La privacidad en sí misma está íntimamente ligada a la responsabilidad del usuario a la hora de compartir sus contenidos. Resulta paradójico ver a muchísimos usuarios bloquear las cámaras de sus móviles, tabletas y portátiles (que no decimos que sea una mala práctica), para que nadie pueda verles, pero al mismo tiempo tienen publicadas en sus redes sociales cientos sino miles de fotos personales accesibles de forma pública.

De esta forma cuando hablamos de anonimato en Internet podríamos interpretar como aquellas acciones destinadas a garantizar que el acceso a la Red se realiza de forma que no se conoce quien realiza la conexión, mientras que privacidad se refiere a aquellas acciones destinadas a garantizar que nuestra información privada está protegida en nuestros accesos y/o publicaciones en Internet.

Anonimato a nivel dispositivo

Ahora bien, como comentábamos al principio, este anonimato tiene distintos niveles. En primer lugar estaría el anonimato a nivel de dispositivo. Dicho de otra forma, se trata de no dejar rastro en el EQUIPO que estamos utilizando sobre nuestro uso, operaciones o transacciones en internet.

Esto es realmente fácil de realizar y de hecho es recomendable, sino necesario, cuando accedamos a internet desde un equipo que no es el nuestro. Se trata de usar las funcionalidades de navegación privada de nuestros navegadores. Actualmente tanto Internet Explorer, Firefox, Google Crome o incluso Safari incluyen opciones de navegación privada. Esta funcionalidad permite que la navegación que se realice en este modo no guarde información sobre los accesos a internet que se han realizado. Recientemente en un hotel que he visitado, al acceder a uno de los ordenadores públicos que ponía a disposición de sus clientes, el anterior usuario había accedido a Facebook dejando su cuenta abierta y accesible para cualquiera que usara ese ordenador.

Pero ojo esta “protección” tiene sus limitaciones. Está asociada EXCLUSIVAMENTE al ordenador y al navegador que se esté utilizando. De esta forma si desde internet se abre (aun utilizando navegación privada) un archivo utilizando otro programa (por ejemplo un PDF, una presentación en Powerpoint o un archivo Microsoft Word, etc), estos archivos y los programas que los gestionan dejarán rastro en su equipo que puede ser analizado. Además, este anonimato como hemos dicho, está limitado al equipo, así si por ejemplo quiere dedicarse en su puesto de trabajo a leer el periódico de forma anónima, lo desaconsejamos, porque es una falta de responsabilidad hacia sus labores en primer lugar y porque además los sistemas de la empresa (proxies, etc) queda constancia de toda su actividad que puede y normalmente es monitorizada, con las consecuencias que esto puede traer.

Anonimato en Internet.

Cuando hablamos de anonimato en Internet, vamos más allá del apartado anterior. No se trata de no dejar rastro en el dispositivo que estamos utilizando sino de evitar que la página o el servicio con el que te vas a conectar sepa quién eres. Para ello existen varias alternativas; la primera es el uso de lo que se denomina un proxy. Básicamente estos servicios actúan como un intermediario. Cuando desde tu equipo haces un petición a una página web se la envías al proxy. El proxy elimina la información de tu conexión (direcciones IP, etc) y se la envía a su destinatario y cuando el destinario responde, lo hace al proxy que es el que le envía al usuario final la información solicitada.

Estos proxy pueden ser o bien proxys de navegador (un software o un complemento que se instala directamente sobre el navegador) o proxys externos (servicios a los que te conectas y a través de los cuales navegas de forma anónima en internet, por ejemplo Proxy Hidester). La segunda opción es el uso de VPN (acrónimo de redes privadas virtuales) donde no sólo anonimiza las comunicaciones sino que además las cifra, garantizando la privacidad y la seguridad no sólo en la navegación por internet sino en todas nuestras comunicaciones. La cuestión es que este servicio implica un coste por el uso y es necesario contratarlo a algún proveedor de servicios en Internet. La última opción sería el uso de navegadores anónimos como Thor, este navegador utiliza la red profunda para navegar por internet, de forma que no proporciona información sobre la localización o identidad de la persona que realiza una conexión a una página. Aquí el inconveniente está en que no todas la páginas se visualizan correctamente en este navegador.

Alternativas, existen, están ahí, pero ni con todo lo que hemos visto podemos garantizar el anonimato en internet. Estas opciones que hemos comentado buscan el anonimato en las comunicaciones, pero otra cosa distinta es lo que nosotros enviemos. Es decir si accedemos de forma anónima a por ejemplo Facebook e introducimos nuestro usuario y contraseña, Facebook no sabrá desde dónde nos conectamos, pero sabrá que somos nosotros, con lo cual nuestras acciones dejarán de ser anónimas. Además existen otros conceptos como la “huella digital” que consiste en el análisis de patrones de navegación para identificar a los usuarios, pero esto es tema para otro post.

En definitiva la privacidad y el anonimato en internet es francamente difícil de conseguir y por ello debemos ser precavidos en la forma en la que navegamos, a los sitios a los que nos conectamos y la información que enviamos. Nuestros datos son nuestra identidad y está en nuestra mano protegerla. Ninguna ley ni tecnología puede sustituir al sentido común.

De Carlos Pintos Teigeiro

Sobre el Autor

Carlos Pintos es creador de proyectos para mejorar nuestra vida usando internet, tecnólogo convencido. Informático de profesión y vocación. Perito judicial informático con más de 15 años de experiencia. CEO de Informatica y Peritaje.Puedes encontrarme en http://www.informaticayperitaje.com

Nota: Imagen propiedad de Chris Potter y “Solución Individual” publicada bajo una licencia creative commons 4.0

Fuente: Informática y Peritaje

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