Peritajes & Peritos

En general, un procedimiento judicial viene precedido del fracaso en otras instancias menos formales en la resolución de un problema, pero cuando alguien está inmerso en una demanda de separación, cambio del convenio regulador, solicitud o anulación de una custodia compartida, etc. se podría afirmar, casi sin lugar a error que, en esos casos, la vía del diálogo o negociación, hace tiempo fueron abandonadas.

El cúmulo de sentimientos que afloran cuando alguien se ve implicado en un procedimiento judicial es directamente proporcional al grado en que las partes enfrentadas han mantenido una vinculación emocional.  Por ello, los procedimientos de familia son quizás los que más frustración, desesperación y resentimiento generan, aunque los motivos por los cuales unos y otros  creen se producen dichas reacciones, no suelen ser interpretados de la misma manera.

Si, previamente o una vez iniciado el procedimiento, el abogado de familia decide que su cliente se puede beneficiar de un informe psicológico, sea porque pueda aportar evidencia de la deteriorada relación familiar o de las  carencias que, como padre o pareja, la otra parte ha mostrado, el proceso de elaboración del documento pericial no finaliza únicamente con la entrega del mismo. Hemos constatado en los casos que hemos participado que, simultáneamente, el cliente recibe, de una manera más o menos formal, un apoyo del psicólogo, en los momentos que lo ha necesitado, para ayudarle a fortalecer o sobrellevar su estado emocional o salir del estancamiento o de la incertidumbre en el que se ha encontrado.

El cliente, mientras aporta información sobre su caso,  revive o rememora los episodios más significativos y quizás dolorosos de su pasado como pareja y/o padre y consecuentemente, reexperimenta los sentimientos o emociones asociados que les impiden vivir el presente.  En esas circunstancias, estas reacciones, por haberse dado en un contexto propicio, pueden ser encauzadas de tal manera que, al cliente, según sus necesidades y grado de afectación, se le pueden ofrecer unas pautas con la finalidad de reencuadrarlas y consecuentemente, tomar cierta distancia del problema.

Similarmente, cuando el abogado lo ha considerado pertinente, se ha brindado al cliente la posibilidad de visualizar las posibles situaciones que se pueden presentar en el momento de la vista oral, para poder afrontarla mejor, sea ensayando sus respuestas a probables preguntas de la parte contraria o simplemente, imaginándose estar en la sala ante la situación misma del juicio.

Por todo ello, queremos señalar el beneficio de un proceso paralelo de apoyo psicológico al cliente que discurre casi simultáneamente al de elaboración del informe psicológico en sí.

La prueba pericial, por tanto, además de su propósito primario de aportar evidencia empírica y relevante en la línea de la tesis del letrado, puede conllevar, en ciertos casos, un refuerzo psicológico al cliente para que éste pueda afrontar en las mejores condiciones emocionales todo el proceso judicial,  los cambios a los que tendrá que adaptarse y especialmente, el probable contexto de la vista oral el día del juicio.

Pepe García Romero y Daya H. Rolsma Tehusijarana, Psicólogos y Terapeutas familiares. www.bacsconsultoria.com