Peritajes & Peritos

El correo electrónico se define como todo mensaje ya sea en forma de texto, de voz o contenido multimedia que es enviado mediante una red pública de comunicación y se almacena en un servidor de red o en diferentes dispositivos. Creado en los años setenta por el ingeniero Raymond Tomlinson, el correo electrónico tiene por objeto establecer una comunicación rápida entre usuarios y que permita un seguimiento de la recepción y lectura de los mismos. Actualmente, más del 70% de los datos e informaciones de las empresas son transmitidos mediante correos electrónicos. No obstante ¿qué valor jurídico tienen los correos electrónicos?

Según el artículo 318 del Código Civil “La correspondencia, cualquiera sea el medio empleado para crearla o transmitirla, puede presentarse como prueba por el destinatario”. Esto nos lleva a pensar que un email tiene un valor jurídico y que por tanto puede presentarse como prueba ante un conflicto judicial. No obstante, cabe destacar que un correo electrónico por sí mismo, no tiene fiabilidad en lo que respecta a la identidad del emisor y a la integridad del mensaje. Y es que, como hemos visto en artículos precedentes, en ocasiones, los emails pueden ser manipulados, por lo que es el juez quien determina el valor de los correos electrónicos como pruebas judiciales.

Uno de los casos más comunes de peritaje informático en correo electrónico son las conversaciones mantenidas entre un empleado y su jerarquía. En ocasiones, las empresas utilizan el correo electrónico para comunicar el fin de un contrato, convocatorias específicas y citaciones a sus empleados. Si bien es cierto que estas comunicaciones se establecen generalmente mediante correo postal certificado, es cada vez más frecuente el uso del correo electrónico ante este tipo de casos. Además, en ocasiones las empresas pueden presentar emails como posibles pruebas de diferencias y discrepancias con otras empresas, por ejemplo, a la hora de establecer negocios.

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