Peritajes & Peritos

En un proceso de divorcio, uno de los puntos más difíciles de tratar en los bufetes de abogados, es el tema de la custodia de los hijos menores de edad.

Cualquier determinación que se toma se complica, hay personas afectadas que no tienen culpa de nada y que hay que proteger.

El Tribunal Supremo acuerda la obligatoriedad de oír, y escuchar, a los menores en caso de procedimientos de familia en los que se decide sobre su guarda y custodia.

En todo caso que se considere conveniente, y que ellos estén capacitados, tienen derecho a ser escuchados, antes de la sentencia.


Derecho del menor a ser oído y escuchado

Este derecho es la libertad de expresar sus opiniones de manera segura, y sin ninguna influencia externa de un adulto.

Los menores no son solo personitas de quienes decidimos todo en cada momento, son partes fundamentales de una separación y que, en muchos casos, más sufren por ella.

Son situaciones muy dramáticas en los que una familia se rompe y hay que decidir quién va a ser la parte custodia, además de cuándo y cómo va a ver a la otra parte.

Su opinión, sin duda, importa mucho.

Es una decisión vital, que afecta a su bienestar y a su futuro, por lo menos, hasta que alcance la mayoría de edad.

Es su vida y merecen ser escuchados, cuando las decisiones que se toman, les afecta de manera tan directa.

Darles la oportunidad es una decisión que debe tomarse con sumo cuidado, hay que valorar la posibilidad de que se vean influenciados por una manipulación o una fuerza de interés superior.

Si el menor no tiene la suficiente capacidad de decidir, siente la presión que ejercen sus padres y, por miedo, no se expresa libremente.

El derecho del menor a ser oído y escuchado solo se puede denegar en caso de no ser necesaria o por no tener la suficiente madurez.

Para esto último es importante la edad mínima de los hijos.

¿Cuál es la edad mínima para declarar en un proceso de divorcio?

Se presume que, un menor, como norma general, a los 12 años tiene el juicio necesario y ya es obligatorio escucharle.

No se trata de que antes de esa edad su opinión no cuente, sino que puede verse influenciado por factores externos, algo que es más fácil que ocurra cuando es demasiado joven.

Un punto a tener en cuenta es que este derecho a ser escuchado, aun siendo obligatorio, puede ser denegado en el proceso

En cualquier caso, una vez que tiene 12 años, tiene el derecho automáticamente, y puede ejercerlo para conseguir una sentencia que favorezca a su bienestar.

¿Puede denegarse su derecho a ser escuchado?

Sí, con la intención de proteger, lo más posible, a los menores involucrados.

Hablamos de casos en lo que no sea relevante, el tema que se esté decidiendo en los juzgados no le afecte directamente, o que, por edad, no tenga la suficiente madurez.

Cuando el menor no ha alcanzado esa edad mínima de los 12 años, como norma general, no se le considera con la suficiente madurez para pasar por una situación así.

Cada caso es estudiado de manera independiente, con objeto de ver la necesidad de conocer su opinión, es posible que haya alcanzado madurez, y que escucharle facilite al juez la toma de la decisión más beneficiosa.

Un menor que pasa por una experiencia tan dolorosa como la separación de sus padres, solo es expuesto a otra situación difícil, la de declarar en un juicio, si es por su interés.

¿Qué factores determinan la declaración de un menor?

La opinión del menor no solo se escucha en caso de que lo solicite una de las partes, sino que, aun sin hacerlo los padres, el juez puede decidir si es lo más conveniente.

Para una mejor decisión, el juez toma en cuenta unos importantes puntos.

Sigue leyendo en VILCHES ABOGADOS