Peritajes & Peritos

Menos del 4% de los asesinatos lo protagonizan enfermos mentales. Sin embargo, al menos un 15% de los psicóticos delinque. La crueldad es propia de personas no demenciadas.

En el caso del pedófilo belga Duttroux, el protagonista tenía que preparar agujeros, instalar arsenal de tortura y platósde filmación, elegir víctimas, atraerlas, etc. Esta secuencia larga y compleja, tanto psíquica como socialmente, resulta incompatible con la locura.

Eludir la acción de la justicia requiere un perfecto control de impulsos y emociones. A veces estas personas cuentan con un cociente intelectual alto. Se abusa con frecuencia de la aplicación de diagnósticos psiquiátricos a delincuentes o individuos con carga destructiva desproporcionada.

El psicópata violento es un problema social, no médico. Los enfermos mentales son víctimas de la violencia más que causantes de crímenes. De hecho, para muchos incapacitados, el mundo de los “normales” es una auténtica jungla amenazante plagada de aves de rapiña. Solo el 3% de los delitos son cometidos por personas que han perdido la razón (especialmente bajo el efecto del alcohol o drogas).

Sin embargo, películas de éxito relacionan desequilibrios psicológicos con agresión brutal y dramatizan la identidad estigmatizada del enfermo mental. La percepción de peligrosidad contribuye al estigma y rechazo social del enfermo mental.

Extractos del estudio completo de Mónica Jara Peñacoba que puede visitarse en ESTE LINK