Todos tenemos que concienciarnos y tomarnos en serio este tema. La importancia de la protección de datos hoy en día debe convertirse en una prioridad, tanto en el ámbito personal como en el empresarial. En nuestro caso, como peritos calígrafos profesionales que trabajamos con documentos y datos, esa responsabilidad es más que evidente.
En los últimos años se ha desarrollado un proceso progresivo de aprobación e implantación de leyes para adaptarnos a la nueva realidad en materia de protección de datos. Internet ha sido, sin duda, uno de los detonantes de la toma de conciencia sobre los peligros de que datos personales e imágenes circulen sin nuestro consentimiento ni control. ¡Hablamos de un derecho fundamental!
A modo de información, existe una Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), con su correspondiente web, a la que cualquiera podemos acudir para solucionar fácilmente nuestras dudas. Y si quieres consultar la legislación, las referencias son el Reglamento General de Protección de Datos de la UE, el cuál entró en vigor en 2018, en el mes de mayo, y la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, desarrollada en el RD 1720/2007.
Pero, a lo que vamos. Empresas, entidades mercantiles y organismos públicos manejan constantemente información personal de sus trabajadores, de sus clientes, de sus proveedores o de los ciudadanos en general. Con la normativa sobre protección de datos se pretende que sea obligatorio el permiso expreso de la persona para utilizar esos datos para algún fin distinto del original o cedérselo a terceros.
Es clave que todos entendamos que esos datos no nos pertenecen. Ni los del cliente que ha rellenado un formulario para hacerse socio de un establecimiento, ni la información que proporcionamos para descargarnos y poder usar una aplicación por el móvil. Es siempre una información de carácter personal, sobre la que no perdemos el control. Recuerda que siempre puedes modificarla, obligar a que desaparezcan tus datos o exigir transparencia en el uso que se hace de ellos.
No podemos obviar la vertiente individual en este asunto de la protección de datos. Porque todos tenemos en nuestras manos transmitir o hacer pública información de otras personas sin que ellas ni siquiera lo sepan. Hay que ser absolutamente escrupulosos cuando compartimos fotos o mensajes de otros a través de las distintas redes sociales. ¡Eso también es protección de datos!
Ni que decir que esa responsabilidad se multiplica cuando hay menores implicados. Y, no nos referimos a esa costumbre generalizada y discutible de los progenitores de publicar todo tipo de imágenes de sus hijos. Aún es más importante que eduquemos a los más pequeños en el compromiso con la defensa de este derecho a la propia imagen y a la privacidad.
La importancia de la protección de datos hoy en día es incuestionable. La globalización, los avances tecnológicos y expansión de las redes sociales son factores que contribuyen a generar una indefensión que podemos sufrir cualquiera. No minimices los riesgos que implica saltarse esta normativa.