Peritajes & Peritos

- Estás en tu casa, y escuchas ruidos en la entrada.

- Te acercas, una persona acaba de entrar en tu vivienda, te está intentando robar.

- Tienes que hacer algo, no hay tiempo que perder, coges un arma para defenderte y te enfrentas, con tan mala fortuna que el ladrón fallece.

Acabas de matar a alguien que ha entrado en tu casa de manera ilegal.

A simple vista tu actuación, dejando a un lado el dramático final, no ha sido inapropiada, defendías a tu familia, y a ti mismo.

En otro caso, tú hubieras podido ser la víctima.

El Derecho Penal no lo tiene tan claro, es necesario tener en cuenta distintos factores para poder basar tu caso en la legítima defensa, o es posible que termines encarcelado.

¿Legítima defensa o acción desproporcionada?

Un caso como el anterior está en estos días en los medios por la posibilidad de que una persona entre en la cárcel por matar a quien entró en su casa, y que actuó para proteger su hogar.

La legítima defensa está regulada en el artículo 20.4 del Código Penal y te exime de la condena de un delito, pero debes probarlo y justificar muy bien tus actos.

Se trata de diferenciar legítima defensa de acción desproporcionada en una situación extrema.

Cuándo estamos ante legítima defensa…

Para poder basar tu actuación en la legítima defensa o defensa propia, la ley exige que se cumplan unas condiciones, y solo así estás exento de condena.

Que una persona entre en tu casa de manera ilegal no es razón suficiente para acabar con su vida.

Lo es en caso de que veas la tuya, o la de tu familia, en peligro.

Solo si cumples los requisitos que expone la ley, estás libre de condena por la muerte de la otra persona.

  • El ataque debe ser racional, no tienes otra posibilidad de defenderte.
  • Atacar con un arma a alguien solo es aceptable si no tienes otra salida, solo si temes por tu vida, o la de los tuyos.
  • El medio debe ser proporcional al peligro, atacar con un arma a una persona desarmada no es la solución, no es un enfrentamiento igualitario.
  • El magistrado se inclina en favor del asaltante, solo porque entra desarmado y se encuentra a un propietario que sí lo está.
  • No debe mediar provocación, en caso del ladrón, no puedes incitar a que te ataque, hacer o decir cualquier cosa que provoque que actúe para, así, ser tú quien se tenga que defender.
  • El ataque debe ser grave, que veas un peligro inmediato en el que está en juego tu vida.

…y ante un ataque desproporcionado

Un ataque desproporcionado es enfrentarte con un arma a alguien que entra en tu casa desarmado.

No estáis en igualdad de condiciones, la otra persona tiene las de perder, está indefensa, y estás cometiendo un delito.

La ley determina que la fuerza debe ser acorde al peligro, se trata de inmovilizar al asaltante o hacerle huir, no descontrolar tus acciones de tal manera que acabes con su vida de manera innecesaria

Un ladrón que recibe tres disparos o 5 puñaladas, por ejemplo, es algo difícil de determinar como defensa propia, más bien se considera venganza o ensañamiento.

Sin defensa propia justificada: pena de cárcel

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