La Ley Antifraude de Facturación, recientemente reforzada en España, está impulsando una serie de inspecciones fiscales enfocadas en garantizar que las empresas cumplan con los nuevos requisitos establecidos para sus sistemas de facturación y contabilidad.
Esta ley, enmarcada en la lucha contra el fraude fiscal, introduce una serie de obligaciones formales que buscan asegurar la integridad, accesibilidad y transparencia de los registros contables y financieros de todas las entidades que desarrollan actividades económicas.
En este artículo, exploramos las implicaciones de estas inspecciones y la importancia de estar preparado para cumplir con los requisitos legales.
La Ley 58/2003, General Tributaria, y sus posteriores modificaciones, refuerzan las medidas para combatir el fraude fiscal en España. Uno de los puntos clave es el artículo 29, apartado j), que establece que los sistemas y programas informáticos utilizados en los procesos contables y de facturación deben garantizar la integridad, conservación, accesibilidad, legibilidad, trazabilidad e inalterabilidad de los registros. Este mandato legal exige que los sistemas sean capaces de registrar cualquier cambio realizado en los datos contables, asegurando que no haya omisiones ni alteraciones sin la debida anotación en los sistemas.
Además, la ley faculta al gobierno para establecer especificaciones técnicas adicionales que estos sistemas deben cumplir, incluyendo la obligación de que estén debidamente certificados y utilicen formatos estándar para su legibilidad. Esto implica que no solo es suficiente con tener un software de gestión; dicho software debe cumplir con los estándares legales y estar certificado para evitar sanciones.
Con la implementación de la ley, Hacienda ha intensificado sus inspecciones, enfocándose en empresas de todos los tamaños para asegurar que cumplen con las nuevas normativas. Estas inspecciones no son meros trámites administrativos; tienen consecuencias significativas. Si durante una inspección se descubre que una empresa utiliza un software de facturación o contabilidad que no cumple con los requisitos de la ley, la empresa puede enfrentarse a sanciones severas, que incluyen multas cuantiosas e incluso la imposibilidad de deducir ciertos gastos fiscales.
Por tanto, es fundamental que las empresas se aseguren de que sus sistemas están en plena conformidad con la normativa. Esto no solo significa contar con el software adecuado, sino también garantizar que esté certificado por un organismo competente que acredite su cumplimiento con las exigencias legales.
Una de las mejores prácticas que las empresas pueden adoptar para prepararse para estas inspecciones es la certificación de su software de gestión por parte de un tercero. La certificación actúa como una garantía de que el sistema cumple con todos los requisitos legales, desde la integridad de los datos hasta la trazabilidad de las transacciones. Esta certificación es particularmente importante en un entorno donde las normativas pueden cambiar, y las empresas deben adaptarse rápidamente para cumplir con las nuevas exigencias.
Además, la auditoría externa por parte de una empresa especializada añade un nivel adicional de seguridad. Los auditores externos pueden identificar posibles vulnerabilidades en los sistemas de facturación y contabilidad, recomendar mejoras y asegurar que los registros contables estén en perfecto estado para superar cualquier inspección fiscal. La auditoría no solo prepara a la empresa para las inspecciones, sino que también mejora la confianza en sus procesos internos, lo que puede ser beneficioso tanto para la dirección de la empresa como para sus socios comerciales.
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