Como auditor y perito informático, he tenido el privilegio de participar en numerosas tasaciones de proyectos tecnológicos, desde aplicaciones de software hasta sistemas web complejos.
Estas experiencias no solo han profundizado mi comprensión técnica, sino que también han agudizado mi capacidad para evaluar y valorar estas creaciones en un contexto más amplio.
En este artículo, quiero compartir una reciente tasación informática que realicé, ofreciendo una visión detallada del proceso y mis reflexiones.
La tasación informática no es solo una cuestión de números; es un arte que equilibra la técnica con el mercado, la funcionalidad con la innovación. Como auditor, mi objetivo es no solo evaluar el valor actual del software o del proyecto web, sino también su potencial futuro y su relevancia en el mercado actual.
El primer paso siempre es entender el proyecto en profundidad. Esto incluye revisar la documentación técnica, entender la lógica del negocio detrás del software y familiarizarme con las tecnologías utilizadas. Mis criterios de evaluación son diversos: arquitectura del software, calidad y mantenibilidad del código, seguridad, usabilidad, y potencial de mercado.
Comienzo con una revisión detallada del código fuente y la arquitectura del sistema. Evalúo la calidad del código, su legibilidad, y cómo se adhiere a las mejores prácticas de programación. La seguridad es otra área crítica; realizo pruebas de penetración y reviso las medidas de seguridad implementadas.
Una aplicación o sitio web puede ser técnicamente impecable, pero si no es fácil de usar, su valor se ve comprometido. Realizo pruebas de usabilidad, observando cómo los usuarios interactúan con la aplicación y cuán intuitiva es la interfaz.
El valor de un software también depende de su mercado. Investigo la demanda del mercado, comparo con productos similares y evalúo la propuesta de valor única del proyecto.
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