Peritajes & Peritos

Firma inventada. Sobre esta casuística ya hemos hablado con anterioridad.

Parece imposible, pero sucede.

El falsificador ni siquiera se toma la molestia de ejecutar una imitación servil atendiendo al modelo de firma que quiere imitar.

Directamente, se la inventa con un desarrollo gráfico, tan hábil que, incluso, parece espontáneo y, por tanto, auténtico.

Y esto sucede, porque en el acto de firmar al margen de otras consideraciones, interviene la destreza gráfica que es la capacidad motriz y cognitiva que permite a una persona realizar trazos gráficos de manera fluida, consistente y automatizada; para ello se vale de las habilidades aprendidas, el control motor fino, la memoria muscular y la coordinación visual y manual.

El control del motor fino se define como la habilidad de realizar movimientos precisos con las manos y los dedos, necesaria para manejar instrumentos de escritura como bolígrafos o lápices. Esto incluye aspectos como la presión sobre el papel, la velocidad de los trazos y la fluidez de los movimientos.

En cuanto a la memoria muscular: la escritura se basa en patrones de movimientos que se almacenan en la memoria a lo largo del tiempo. Estos patrones permiten que una persona reproduzca letras, palabras o firmas de manera automática y repetitiva.

Por esta razón, es lógico inferir que el acierto de una firma inventada se debe a:

Sigue leyendo en ANÁLISIS DOCUMENTAL

Categoria

Documentoscópicos