Una herencia, que a priori parece siempre un regalo maravilloso que recibir, no es siempre así. Es más, es un proceso que por lo general es bastante complejo y que puede llevar a más de un malentendido.
En este sentido, nos referimos a que, en algunas oportunidades, las herencias pueden ser un acierto y venir en un momento que nos viene bien. Pero en otras, por diversos motivos como pueden ser la repartición entre herederos, la voluntad del difunto, razones fiscales… la herencia puede ser mucho más liosa de lo que esperábamos.
Para que heredar sea un proceso más llevadero, una de las primeras cosas que tenemos que saber es el valor de los inmuebles que se heredan. Una vez esté claro ese valor, ya se puede comenzar con los demás proceso, sean mejores o peores.
Aunque de primeras lo único que nos importa es que hemos heredado un piso en la playa, una casa en el pueblo o un local en la ciudad al que tenemos mucho cariño y que posiblemente apenas valga nada. Es importante que sepamos su valor ya que podemos llegar a perder dinero o tener líos con otros herederos según en qué caso estemos.
Algunas de las situaciones más comunes que se presentan son:
Sabiendo que no hay dos situaciones iguales, ya que no hay más que mirar la complejidad de cada una de nuestras vidas, lo que sí es común en las herencias es:
Como decíamos, existen infinidad de situaciones cuando recibimos una herencia. Desde recibir un regalo, como puede ser un inmueble libre de cargas y deudas o todo lo contrario, donde recibimos un inmueble con deudas, hipotecas, desperfectos…
Heredar debería consistir en que el testamento de una persona se reparte entre sus herederos, con los trámites correspondientes, donde se tienen claros los valores de los inmuebles. De esta manera se toman las decisiones adecuadas que permiten repartir todo de manera clara y objetiva.
Idealmente, heredar un inmueble diferente cada uno de los herederos de manera que todos tengan uno con un valor similar y puedan hacer con el mismo lo que quieran. Que no tengan que llegar a acuerdos entre más de una persona y todos queden contentos.
Pero esta situación no abunda mucho, lo que lleva a que se deba conocer el valor para que unos compren, o vendan, su parte a los otros. Cuando se da esta situación, es de gran importancia que exista también una tasación de los inmuebles.
Tener una tasación adecuada es importante ya que se pueden dar varios casos como los siguientes:
Valorar y tasar el inventario de herencia es otro paso importante ya que del valor resultante se deducirán los impuestos a pagar, el total de lo que hay que repartir entre herederos…
Estas tasaciones, deben de hacerse de forma profesional, de manera objetiva y por personal cualificado para ello. Además, es importante saber que el valor que resulta tiene que ser, según la normativa, el estado de los bienes a la fecha de la defunción.
En cuanto a la parte de los inmuebles, es importante visitar los mismos para poder realizar una inspección ocular por parte del experto y conocer en qué estado se encuentran, se compruebe e identifique el inmueble con el que aparece en las escrituras y testamento. Además, el informe debe basarse en diferentes factores, como la superficie del inmueble, la antigüedad, ubicación… entre otros, además del estado, que ya hemos mencionado. Todos estos factores varían de acuerdo a la evolución del mercado inmobiliario, de ahí a la importancia de que sea a fecha de la defunción.
La labor de un tasador profesional cobra gran importancia, tiene que contar con un equipo formado por diversos expertos en la valoración de los bienes a tasar, los cuales pueden ser de distintos tipos.
El perito que realice el informe debe de tener un título de arquitecto, arquitecto técnico o API, siendo estas las carreras más reconocidas por la mayoría de Administraciones ya que poseen más estudios técnicos relacionados con la finalidad del encargo.
En Aguirre & Baeza somos expertos en la valoración y nuestra plantilla cuenta con Peritos Judiciales perteneciente al Listado Oficial de los Colegios de Arquitectos. Un equipo formado por grandes profesionales en todo el territorio nacional, acumulando más de 10 años de experiencia y a vuestra disposición para tasaciones con finalidad Herencia.
Por lo general en las herencias, los bienes más cotizados son los inmuebles. Pero lamentablemente, en algunas ocasiones no hay testamento o no hay familiares cercanos que puedan heredar los inmuebles de manera directa, de manera que quedan abandonados.
Cuando un inmueble queda abandonado no ocurre nada. Tanto es así que se producen una serie de problemas, el principal, las deudas que genera ese inmueble. Otros de los problemas que aparecen, son los relacionados con el descuido de la propiedad, por ejemplo, pueden aparecer humedades, generando malos olores y deterioros en la estructura.
Los problemas que aparecen al incicio a su vez dan lugar a otros problemas, como puede ser la ocupación indebida, inseguridad de los vecinos… y para evitar todas estas complicaciones existen diversas empresas que se dedicar a buscar los posibles herederos legítimos de las propiedades.
Estos herederos normalmente han perdido el contacto o sencillamente no conocen la existencia de su familiar que deja la herencia. Una vez encontrado, existen nuevamente muchas posibilidades, desde vender la propiedad hasta renunciar a la herencia, ya que como hemos mencionado, puede acarrear con ella muchas deudas.
Este es otro motivo por el cual es importante conocer el valor de la propiedad que podemos heredar y conocer también si con ella nos llevaremos también unas cuantas deudas o no.