Peritajes & Peritos

Un mundo sin reuniones: firmar un único contrato desde distintos países ya es posible.

La tecnología se empeña en hacernos la vida más fácil y no poner límites a la comodidad. El placer de firmar un documento a través de tu dispositivo móvil sin salir de casa y con la seguridad de que tu socio, en Brasil, hará lo propio, es lo último en tecnología. Y con toda la seguridad y legalidad que te puede ofrecer una firma en papel.

Se acabó el reunirse para poder firmar un mismo documento y perder el tiempo en viajes y reuniones en un punto común para rubricar el papel de turno.

La plataforma tiene alojado el documento en PDF al que pueden acceder varios usuarios, firmar a través de cualquier dispositivo móvil e incluso incorporar documentación, grabaciones, fotografías, etc. ¿Dónde está la seguridad? En la firma biométrica, una evolución de la firma electrónica que ya comercializan muchas empresas.

La firma biométrica no solo captura tu garabato, también la velocidad de tu firma, la precisión, el tiempo, la forma… Se puede realizar desde la pantalla de un dispositivo con Android o Apple gracias a App desarrolladas para captar estos datos o con lápices especiales conectados por bluetooth. Los datos se incorporan a tu rúbrica y se almacenan para poder demostrar su autenticidad. Las firmas y el documento en cuestión se custodian en una plataforma para que nadie pueda vulnerarlo. El futuro ya es presente.

Se Realizan 40.000 operaciones a la semana con firma biométrica según Juan Rosas, director de Tecnologías de Gneis (empresa de servicios tecnológicos de Bankinter)

¿Son legales estas firmas?

Estas firmas biométricas, pese a no firmarse en papel, son legales pero no se pueden comparar a las firmas manuscritas o a los certificados electrónicos.

“Cuando presentas en un juzgado la firma electrónica reconocida -la certificada- lo que debes demostrar es que no es real, que es falsa; pero si presentas otra firmas electrónicas, lo que tienes que demostrar es que es cierta, que es tuya”. Sí serán necesarias las actuaciones  de los  Peritos Calígrafos Judicial, no pudiendo desempeñar el oficio con metodología del siglo IX.

Por todo ello hará surgir profesionales que deberán cubrir las necesidades que no nos podríamos imaginar hace tan solo unos años.  Lo cierto es que los Peritos Calígrafos Judicial del siglo XXI necesitan estar al corriente de las nuevas tecnologías para adquirir  conocimientos de última generación, se  requiere estar preparados  para detectar las falsificaciones cada vez más sofisticadas.