Luis Saavedra del Río es perito calígrafo y biólogo. Desde el primer año de fundación de nuestra Asociación en 1997, ha sido parte de ella como experto en ambas disciplinas.
Cuenta con una trayectoria profesional de cuarenta años ejerciendo en juzgados y tribunales de toda España. Además, inició su carrera como biólogo meritorio en el CSIC y en la Universidad Complutense de Madrid. Posteriormente, trabajó como docente para el Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid. A sus 65 años, participó en estudios de campo sobre polinizadores en la zona centro de España para Tragsatec, la empresa pública líder en el sector medioambiental.
Hoy, con 66 años, sigue en activo realizando peritaciones caligráficas y biológicas, atendiendo con prontitud a los llamamientos judiciales en toda la geografía española.
A continuación, abordamos esta entrevista para conocer más detalles sobre su labor.
Siguiendo el método científico, trabajo en diversas áreas:
¿Qué titulaciones académicas son necesarias para ejercer la labor pericial?
Diferenciaría lo necesario de lo conveniente. Por ejemplo, un perito biólogo necesita una licenciatura o grado en biología, pero también es recomendable especializarse en medioambiente si desea actuar en casos contencioso-administrativos.
En mi caso, poseo las titulaciones que me facultan para ejercer en las especialidades donde figuro como perito en distintos Colegios y Asociaciones Profesionales.
Habitualmente, la prueba pericial es solicitada en juzgados, donde se designa un perito a partir de listados de Colegios y Asociaciones Profesionales. En algunos casos, la parte interesada puede solicitar un informe previo al juicio para respaldar su reclamación.
No hay un tiempo fijo, ya que depende de diversos factores. Si se cuenta con todo el material necesario y la provisión de fondos, un peritaje puede realizarse en un mes, o en 15 días si es urgente. Sin embargo, en estudios biológicos los plazos pueden alargarse. Recientemente, necesité ampliar el plazo para analizar una población de aves migratorias que solo estaban en la zona de estudio de abril a julio.
En mi caso, el trabajo me encontró a mí. Desde los años 80, ya era biólogo y grafólogo, realizando trabajos esporádicos. Una empresa del sector jurídico conoció mi especialización y me ofreció trabajo en juzgados y tribunales. Con el tiempo, las pruebas periciales se convirtieron en mi labor principal, aunque nunca abandoné la biología, especialmente el trabajo de campo.
Estoy muy agradecido a la Asociación, que fue un referente en Madrid. En sus inicios, la Guía Judicial funcionaba muy bien y los peritos teníamos un gran reconocimiento. Con la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil, la competencia aumentó y algunas especialidades, como la pericia caligráfica, se vieron afectadas. A pesar de los desafíos, la Asociación sigue siendo un referente en el ámbito pericial y su labor de apoyo a la justicia es encomiable.
Más información en la web de Luis Saaveda: PERITACIONES BIOLÓGICAS