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Que existan dudas sobre la autenticidad de una firma, no es un problema menor. De hecho, puede retrasar un pago o crear un conflicto entre empresas, por ejemplo. De ahí que el proceso de validar una firma deba ser riguroso, para que sus conclusiones no se cuestionen por ninguna de las partes en conflicto. Los peritos calígrafos profesionales seguimos unas pautas establecidas metodológicamente para asegurar la veracidad de nuestros informes. Vemos en qué consisten.

La imprescindible preparación previa

Como ya hemos descrito en otras ocasiones, para validar una firma es imprescindible realizar una comparación. Ese cotejo de firmas consiste en contrastar el original cuya validez se cuestiona, con muestras dubitadas e indubitadas. Y, una curiosidad, es el mismo mecanismo para firmas manuscritas o firmas electrónicas, hechas sobre un soporte digital.

Precisamente, es en este primer punto en el que afrontamos las mayores dificultades los profesionales para realizar nuestros análisis de validar una firma. Tenemos la obligación de encontrar esas muestras para cotejar con la suficiente calidad. De hecho, es habitual que nos enfrentemos a problemas porque se nos proporciona material inadecuado o insuficiente. También afecta a nuestros resultados que el material comparativo esté contaminado o deteriorado, incluso semi destruido como nos ha ocurrido en alguna ocasión. Y, por supuesto, es complicado validar una firma cuando el material para la comparación no está identificado.

El método científico para validar una firma en 4 pasos

Una vez que salvamos ese problema relacionado con las muestras, estamos en disposición de iniciar el procedimiento de análisis. Este debe evolucionar desarrollando todas estas etapas, sin saltar ninguna y realizadas en este orden consecutivo:

  1. Análisis. Se trata de un acercamiento inicial y genérico al objeto de nuestro estudio. En este primer paso para validar una firma establecemos una clasificación general de aquellas características en las que vamos a centrar el estudio. Específicamente, elegiremos aquellos grafismos que pueden ser útiles para el cotejo.
  2. Comparación. Es el proceso de estudio propiamente dicho. Lo que hacemos es fijar y ubicar las correspondencias o disonancias entre el original y los materiales de comparación con los que contamos.
  3. Evaluación. Un instante delicado dentro del global del proceso de validar una firma. Es justamente cuando establecemos el grado de probabilidad o de certeza de que las características que hemos destacado sean relevantes y no solo producto de una coincidencia.
  4. Confirmación. El objetivo en este cuarto paso es obtener los mismos resultados que hemos recopilado en fases anteriores de nuestra investigación. Es la esencia misma de cualquier método científico de investigación, en el que, además, se hace un último repaso de todo el trabajo pericial y se procede a la verificación.

No hace falta que seas un experto, pero conocer cuál es el proceso para validar una firma te puede resultar muy útil. Es un instrumento para evaluar la profesionalidad de los expertos en la materia que contrates. Peritos Calígrafos Judicial dispone de esas herramientas tecnológicas y humanas que necesitas y las pone a tu entera disposición. ¡Contacta con nosotros en la web y resolvemos esta o cualquier otra de tus dudas!

Fuente: Peritos Calígrafos Judiciales

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