Peritajes & Peritos

De la misma forma que está ocurriendo en otros sectores, en el del asesoramiento jurídico empieza a haber una cierta preocupación por la enorme información que se pierde día a día, sin remedio, y sin que nadie llegue a conocerla nunca. Aunque una minoría de firmas, las más grandes, siempre tendrán una mayor facilidad de acceso a la misma, las medianas y las pequeñas reciben más información de lo que creen, siempre y cuando la almacenen correctamente, la compartan, o le dediquen la atención que se merece.

Como profesionales interesados en todo lo que afecta a nuestro sector, queremos hacer una reflexión sobre esta cuestión, es decir, sobre lo que se viene en llamar “gestión del conocimiento en el sector de las asesorías”.

¿Qué es la gestión del conocimiento?

Son muchas las definiciones que hay al respecto, pero en definitiva se trata de que una asesoría adquiera, genere, estructure y comparta conocimientos, que incluyen tanto su experiencia, como la formación de sus empleados, el valor de la marca, o su capacidad de innovación, por ejemplo. La ventaja competitiva que adquirirá será evidente y, de hecho, ya hay algunos que empiezan a valorar y contabilizar este capital intelectual.

¿Han pensado alguna vez en la cantidad de datos, ideas, nombres e información en general que se pierde cada día en el quehacer diario de un despacho? Realmente, si lo analizamos fríamente, dejar que esta pérdida se repita cada día es casi una “irresponsabilidad”. A veces, incluso, se producen situaciones contradictorias, pues por una parte se adquieren todas las bases de datos que existen en el mercado, y por otra no se crea una interna con toda la información que genera el propio despacho.

Y es que los tiempos están cambiando. Antes, en los despachos profesionales lo importante era acumular libros, revistas y sentencias, que quedaban almacenados en el baúl de los recuerdos. Si por casualidad se requería alguna información, el pasante se acercaba a la biblioteca del colegio profesional correspondiente, invirtiendo toda una mañana en la búsqueda. Una vez utilizada, era bastante frecuente que ésta se extraviase, duplicándose el trabajo si otro compañero la pedía. Pero hoy, las pérdidas de tiempo y de información no nos las podemos permitir, sobretodo teniendo en cuenta la enorme ayuda que nos han proporcionado los avances tecnológicos. La información nos invade a todos y la competencia es brutal.

¿Continúa “perdiéndose” mucha información en las asesorías en los inicios de IA?

Así es, y la pérdida puede producirse en muchísimos flancos, algunos de los cuales a menudo pasan desapercibidos. Y es que la información y el conocimiento no abarca sólo aspectos jurídicos, sino otros. Así, por ejemplo, pensemos en las siguientes situaciones:

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